Ahora se ha olvidado cómo eran las ciudades, y cómo fue que llegamos a ser una raza tan grande, y cómo aprendimos que es más importante observar a ser grande, porque observar da grandeza y calma la respiración. Respirar es bueno, suspirar también es bueno, solo que la gente no lo hacía, antes, tan seguido, pero cuando lo hacía, se daba cuenta que éramos diferentes a las rocas y a las plantas y al pasto que crecía a las orillas de la ciudad, un pasto salvaje llevado por el viento.
Una vez tomé 6 botellas de vino con una mujer, ella tenía la nariz perfecta, usaba lentes, y tenía un pecho que salía de su brassiere como si …